Las Administradoras de Fondos para el Retiro, AFORE del Instituto Mexicano de Seguro Social, están en bancarrota. así lo aseveró el señor Ricardo García Sainz, ex director del instituto, a tal punto que se inicia la discusión en el Parlamento para intentar el cambio del sistema
El aumento en la sobrevida de los trabajadores, con su carga exponencial de cuidados médicos en la tercera edad, y la disminución del empleo, que disminuyó la base de la pirámide que aporta los recursos, fueron los signos de alarma que hicieron que el gobierno mexicano buscara urgentemente una solución y pusiera sus ojos en un salvavidas de plomo: el sistema chileno de capitalización individual.
Igual que en Chile, sustituyó el sistema solidario por el de capitalización individual, haciendo cuentas alegres que consideraban buenos niveles de empleo, cotizaciones estables y buenas rentabilidades de los fondos en el mercado financiero.
Igual que en Chile, nada de eso se dió y salieron de la sartén para caer al fuego.
Igual que en Chile, mientras más perdían los cotizantes, más ganaban los empresarios, aprovechando la agonía de la gallina de los huevos de oro. Por lo menos en México se sabe que el año pasado los cotizantes perdieron cuarenta mil millones de dólares en el mercado financiero, mientras las AFORE ganaban dieciséis mil millones de dólares en igual período, exactamente lo mismo que el presidente Obama está denunciando en los EEUU con las entidades financieras y lo que se ha ha venido denunciando, con la tibieza chilensis, en nuestro propio sistema previsional privatizado: el uso de información privilegiada con fines de enriquecimiento ilícito.
Chile y Argentina, a quienes García Sainz moteja de apóstoles del sistema, han tenido que buscar mecanismos de reducción del daño volviendo al modelo solidario, más drásticamente en la Argentina, que estatizó el sistema, dejando en manos privadas solamente el plus del ahorro previsional voluntario.
Igual que en Chile los detractores del sistema de capitalización individual, un sistema egoísta (una fea palabra) por su contraposición con el solidario (una hermosa palabra), auguraron el desastre, aunque no fueron capaces de dimensionar la trapacería de los delicuentes de cuello blanco, que agravó la crisis.
En Chile, tal como los montos reales y los destinatarios de las coimas de los Mirage, nunca se sabrá quienes, ni cuanto robaron en el sistema previsional, el más inicuo, el más indignante de los robos, porque es apoderarse del fruto, misérrimo es cierto, pero el único que tienen los trabajadores después de una vida entera de trabajo,,, y de explotación, además, como si eso no fuera bastante.
Igual que en Chile, el Ministro de Hacienda, mejor alimentado que el nuestro, sostuvo que "la afectación que han tenido los recursos de los trabajadores es de carácter coyuntural porque se trata de un evento temporal".
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