Respuesta de Margarita Labarca a la precandidata presidencial del
Frente Amplio, Beatriz Sánchez a sus afirmaciones sobre Fidel
Castro y Cuba.
MI RESPUESTA A BEATRIZ SÁNCHEZ:
Por Margarita Labarca Goddard
Mire señora
Sánchez –ya no la puedo llamar compañera- le voy a contestar lo que usted ha
dicho sobre Fidel Castro, pero la respuesta tendrá que ser larga porque el
tema lo es.
Pues usted, con mucho desparpajo, se permite hacer afirmaciones en las que descalifica al comandante Fidel Castro, sin tener idea de lo que está diciendo.
Pues usted, con mucho desparpajo, se permite hacer afirmaciones en las que descalifica al comandante Fidel Castro, sin tener idea de lo que está diciendo.
Parece evidente que usted se basa en la información de El Mercurio y
otra prensa afín, ya que en Chile casi no hay prensa independiente. Pero eso no
la exime de responsabilidad, porque uno puede informarse de muchas maneras, si
quiere.
Me parece extraño que usted, que se las da de persona modesta e
inexperta políticamente, se meta con Cuba y con Fidel con tanta falta de
respeto.
Le diré que yo he vivido seis años asilada en Cuba con mi familia y
conozco bastante bien la situación que prevalece allá, porque además me he
preocupado de leer al respecto. Creo que usted no lo ha hecho y se permite
insultar la memoria de uno de los hombres más ilustres de América.
Así no se va a ganar a los momios y en cambio va a perder a la poca
gente de izquierda honesta que habría podido apoyarla. Lo que espero es que su
postura sea a nivel individual y no la del Frente Amplio.
Bueno, voy a comenzar a contestarle.
1. Dice usted que Fidel Castro “resolvió” quedarse para siempre y se
negó a las elecciones. El que resolvió que Fidel se quedara fue el pueblo de
Cuba, que lo respetaba y amaba profundamente y con razón. Pero el hecho es que
en Cuba se hacen elecciones periódicas, bastante más democráticas que en Chile
y que en Estados Unidos.
Al respecto
escribí un artículo en el número 867 de la revista Punto Final, de 23 de
diciembre 2016, que le recomiendo leer. Lo encontrará en internet. No puedo
reproducirlo aquí por lo largo que saldría esto, pero le voy a copiar algunos
párrafos: “Trump quiere que Cuba avance en la democracia. Lo que más le
interesa son las elecciones, y pone como ejemplo las de EE.UU., en que el que pierde, gana.
El señor Trump también quiere que en Cuba haya “prensa libre”. Por
ejemplo, como en Chile, en que El Mercurio y Copesa reciben los avisos del
gobierno, y la prensa de oposición nada”.
Bravo, doña Beatriz, veo que usted coincide en mucho con Trump.
Bravo, doña Beatriz, veo que usted coincide en mucho con Trump.
También en ese artículo expliqué que en Cuba se ha establecido un
sistema electoral cada vez más democrático. Primero se eligen las asambleas
municipales del Poder Popular, en cuya elección votan todos los mayores de 16
años que vivan en un distrito, que es un territorio pequeño en que todos o casi
todos prácticamente se conocen.
Los asistentes son gente sencilla, que se preocupa especialmente de
los méritos laborales de los candidatos y de que éstos puedan plantear y
defender los intereses del sector que los elige. He visto esas asambleas porque
me invitaron.
No se hacen campañas electorales. En la propia asamblea, la persona
que propone a un candidato tiene que dar sus razones. Si alguien no está de
acuerdo o quiere oponerse, lo hace. Cada elector puede expresar su criterio en
favor o en contra del compañero(a) propuesto(a).
El Partido Comunista Cubano no presenta candidatos. Los órganos
representativos del poder del Estado son renovables; los elegidos tienen que
rendir cuenta de su actuación y pueden ser revocados en cualquier momento de su
mandato. Vota casi todo el mundo, hay muy poca abstención.
Los diputados y delegados no son profesionales, por tanto no cobran
salario.
Deben seguir desempeñando su trabajo habitual, paralelamente con el cargo de delegado o diputado. La iniciativa legislativa la puede ejercer mucha gente, como las organizaciones sindicales, estudiantiles, de mujeres, organizaciones sociales en general, y los propios ciudadanos. En este último caso se requiere que ejerciten la iniciativa legislativa diez mil ciudadanos como mínimo.
Deben seguir desempeñando su trabajo habitual, paralelamente con el cargo de delegado o diputado. La iniciativa legislativa la puede ejercer mucha gente, como las organizaciones sindicales, estudiantiles, de mujeres, organizaciones sociales en general, y los propios ciudadanos. En este último caso se requiere que ejerciten la iniciativa legislativa diez mil ciudadanos como mínimo.
Para la elección de los delegados a las Asambleas Provinciales del
Poder Popular o de los diputados a la Asamblea Nacional, existen las comisiones
de candidaturas, que se encargan de organizar el proceso y de remitir a las
asambleas municipales las propuestas de unas y otras e, igualmente, organizan
la elección de la Asamblea Nacional.
Estas comisiones de candidaturas están integradas por lo más granado
de las organizaciones sociales del pueblo cubano: representantes de la Central
de Trabajadores de Cuba, los Comités de Defensa de la Revolución, la Federación
de Mujeres Cubanas, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, la
Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media, y la Federación Estudiantil
Universitaria.
Es como si en Chile, en lugar del Servel, las elecciones las
organizaran y las supervisaran la CUT, la Anef, la Fech, la Federación de
Estudiantes Secundarios, y otras.
La Asamblea Nacional del Poder Popular, que es el máximo órgano de
poder, elije, de entre sus diputados, el Consejo de Estado y el presidente del
mismo. El presidente del Consejo de Estado es jefe de Estado y jefe de
Gobierno. El jefe del Gobierno cubano primero tiene que haber sido elegido
diputado por la población.
El sistema electoral cubano se parece un poco al de algunos países
europeos, es una especie de sistema parlamentario. En teoría, el primer
ministro inglés podría ser reelegido durante 40 años o más, si la salud y la
suerte lo acompañan.
¿Y cómo elegían a Fidel Castro? A Fidel lo proponían en su respectivo
municipio o distrito, y era elegido. ¿Por qué? Porque Fidel era respetado y
amado por su pueblo, pero nada obligaba a elegirlo.
2. Afirma usted que Fidel controlaba todos los poderes del Estado pero
no dice en qué basa tan peregrina afirmación. Yo creía que los periodistas
honestos tenían la obligación de fundamentar sus dichos. Pues nada de eso ha
hecho usted. Pero fíjese que como le he explicado, el principal poder del
Estado cubano es la Asamblea Nacional del Poder Popular, compuesta por 612
diputados, a la que ya me he referido.
Desde luego, no voy a negar que Fidel Castro era un hombre de tal
nivel intelectual, moral y cultural, que con su sola presencia lo dominaba
todo.
Cualquier persona de ideología absolutamente contraria que lo haya
frecuentado, quedaba completamente subyugada por su inteligencia y
personalidad, además de su encanto personal. Pero usted, no sé con qué
autoridad, se permite ofender su memoria.
3. Que Fidel nombraba a sus herederos, y finalmente dejó a su hermano Raúl.
3. Que Fidel nombraba a sus herederos, y finalmente dejó a su hermano Raúl.
A Raúl Castro lo ha nombrado Presidente del Consejo de Estado y Jefe
de Gobierno, la Asamblea Nacional del Poder Popular, igual que en cualquier
país de sistema parlamentario, ya que él también es diputado elegido por el
pueblo. ¿A Raúl lo elegían diputado porque era hermano de Fidel? No señora,
Fidel Castro tiene varios otros hermanos y varios hijos, ninguno de los cuales
es diputado ni ocupa ningún cargo de importancia, que yo sepa.
A Raúl lo han elegido porque participó en el asalto al Cuartel
Moncada, estuvo en la Sierra Maestra desde jovencito, fue preso de la dictadura
de Batista y luchó valientemente por la revolución junto con Fidel.
Y posteriormente fue el que se encargó de organizar el ejército de
Cuba, una institución que funciona como un reloj en la isla. Raúl Castro es muy
respetado por todo el mundo, lo puede comprobar cualquiera que vaya para allá.
4. Que Fidel no dejaba salir a la gente de Cuba ni tampoco dejaba
entrar a quien quisiera. Me voy por lo más fácil: el gobierno cubano, como
todos los gobiernos del mundo, deja entrar a su país a quien le parece y no
deja entrar a quien no le parece. No me voy a extender en esto porque es una
absoluta tontería.
¿No deja salir a la gente? Pues fíjese señora Sánchez que esto es
absolutamente falso. Me voy a tener que extender un poco, desgraciadamente. La
cosa es así: antes de la revolución, los cubanos tenían una relación muy
estrecha con Estados Unidos. La gente con dinero viajaba casi semanalmente a
Miami, y todo lo compraba allá, incluso la mantequilla.
Admiraban a Norteamérica, los autos, los mejores sueldos y todos los
productos del mundo desarrollado. Mucha gente quería irse a vivir y trabajar
allá, como quieren los mexicanos y como querrían la mayoría de los habitantes
del tercer mundo.
Todos los años se ven transitar por México cientos de miles de
migrantes y campesinos mexicanos, que tratan de pasar ilegalmente la frontera
hacia el sueño americano, ahora convertido en pesadilla.
A los cubanos se les exigían visas desde antes de la revolución. Pues
ya después se fueron acabando las visas y también los vuelos y los medios de
transporte normales, puesto que comenzó el bloqueo.
Así es como se fue mucha gente en condiciones muy precarias y
peligrosas, no porque el gobierno cubano no la dejara salir, sino porque no
había cómo viajar.
Secuestraban aviones y transportes marítimos. Por supuesto que los
aviones y barcos secuestrados los yanquis no los devolvían.
El gobierno cubano tuvo que tomar algunas medidas restrictivas para
evitar estos secuestros, que generalmente eran con rehenes.
Mucha gente se iba por mar en balsas o botes inapropiados y si lograba
llegar, eran bien recibidos y les daban rápidamente la Green card.
Pero si los capturaban las autoridades migratorias gringas antes de
llegar, no los recibían y los regresaban a Cuba. Esa fue la cruel realidad de
la Ley de Ajuste Cubano, llamada “pies secos/pies mojados” que al parecer ahora
se ha derogado.
El gobierno cubano hizo muchos esfuerzos para que se regularizara esta
situación. El presidente Reagan prometió dar 20.000 visas al año, pero si dio
mil quinientas fue mucho.
Por eso la gente se iba en condiciones peligrosas. Así se van también
los mexicanos y centroamericanos, pero allá no los reciben. Tienen que atravesar
el desierto de Arizona que es tan hostil, que muchos mueren en la travesía.
La culpa de todo esto no la tiene por lo tanto el gobierno cubano.
Naturalmente, trata de evitar que se vaya un grupo de personas, incluyendo
niños, en una balsa que no es apta para la navegación en alta mar.
Así se produjo el
famoso caso del niño Elián González, que la madre y otras personas lo subieron
a una balsa para llegar a EE.UU.
La balsa
naufragó, la madre y otros se ahogaron y el niño fue rescatado por los
guardacostas norteamericanos, que se lo entregaron a su familia en Miami.
Después de una
ardua lucha judicial, el padre, un revolucionario que estaba en Cuba, consiguió
que le devolvieran a su hijo, que ahora es un joven estupendo que estudia en la
Universidad de La Habana.
Señora Sánchez, usted no sabe nada de Cuba. En la década de 1950 tenía
tasas de analfabetismo que superaban el 70 %, sólo un 15% de la población
disponía de agua corriente y sobre ella se abatían los parásitos y las
enfermedades.
Además, la mayoría de los campesinos no consumían proteínas y pocas
veces disponían de verduras. En la Sierra Maestra, foco del movimiento
revolucionario, las condiciones de vida del proletariado rural rayaban en la
desesperación. Padecían la explotación, los robos y a menudo la brutalidad
policial.
Y por otra parte le diré que Cuba es un país muy pobre en recursos
naturales. No tiene petróleo ni caídas de agua ni ninguna fuente de energía
suficiente.
Están ahora tratando de usar la energía solar, pero nadie les vende
los elementos esenciales para fabricar los paneles solares y tienen que
soldarlos a mano.
No tienen minerales valiosos como el cobre de Chile, ni otras riquezas
parecidas. Su agricultura produce buenos frutos, pero trate usted de comprender
que, en un país tropical, la distribución de esos productos requeriría una gran
flota de camiones refrigerados, que no pueden adquirir debido al bloqueo.
El precio del azúcar se ha desplomado debido a los edulcorantes
artificiales y a que muchos otros países también comenzaron a producir y vender
azúcar.
Y este pueblo, que después de la revolución y debido al bloqueo,
dependía de su comercio con los países socialista, de la noche a la mañana se
quedó sin proveedores y sin compradores, cuando la URSS y los países llamados
socialistas del Este europeo se cayeron. Y sin embargo el pueblo siguió
apoyando al gobierno revolucionario, aguantó y salió adelante.
Ya han superado en gran parte –solos- esa etapa tan dura llamada “periodo especial”, pero sin llegar a normalizarse.
Ya han superado en gran parte –solos- esa etapa tan dura llamada “periodo especial”, pero sin llegar a normalizarse.
La mayor riqueza de Cuba está en su pueblo, en sus científicos, en sus
médicos que han logrado producir algunos de los medicamentos y tratamientos más
importantes, como los del área neurológica, que es una de las mejores del
mundo; una vacuna contra el cáncer de pulmón que no pueden comercializar en el
extranjero porque el bloqueo se lo impide.
Y es obvia su preeminencia en las artes, particularmente en la música y en el ballet.
Y es obvia su preeminencia en las artes, particularmente en la música y en el ballet.
Mire algunos los resultados de la “dictadura” que según usted ha
imperado en Cuba:
– Uno de los países con mayor índice de desarrollo humano (ONU)
-54% del presupuesto destinado a servicios sociales
-De los 200 millones de niños que duermen en las calles, ninguno es
cubano.
-El mejor sistema educativo de América Latina
-Veinte estudiantes por docente
-El país que más aporta del PIB a la educación
-Único país de América sin desnutrición (UNICEF)
–Sistema de salud, un ejemplo para el mundo
-Tasa de mortalidad infantil más baja de América
.130.000 médicos graduados desde 1961
-Desarrollo de cuatro vacunes contra el cáncer
-Primer país en eliminar la transmisión del VIH de madre a hijo.
Y además, y quizás lo más importante de esa Cuba dirigida por el
compañero Fidel Castro, es que es profundamente internacionalista, solidaria y generosa.
Los rasgos más importantes de la Revolución Cubana son la dignidad y
su inagotable capacidad de solidarizar con el sufrimiento y las necesidades de otros
pueblos.
Esa dignidad, fruto del coraje y patriotismo del pueblo y de sus
dirigentes, se ha demostrado en forma serena y resuelta en cada una de las
muchas circunstancias duras y riesgosas que le ha tocado enfrentar en su primer
medio siglo.
Por otra parte, la solidaridad generosa e incondicional de Cuba con
otros pueblos es, quizás, el fruto más hermoso de una revolución que ha puesto
el acento en la transformación ética de la sociedad.
Es muy difícil encontrar a otro pueblo que sea capaz, como el cubano,
de renunciar a su propio pan para aliviar el hambre y la necesidad de sus
hermanos en lejanas tierras.
Además, después del golpe de 1973, vino la enorme solidaridad con los perseguidos
por la dictadura chilena.
No fuimos los únicos a los que Cuba brindó refugio en esa época
tenebrosa de América Latina. Estaban también las familias argentinas,
uruguayas, bolivianas, peruanas, nicaragüenses, salvadoreñas, haitianas,
colombianas, hondureñas, que huían del terror, la prisión y la muerte en sus
países.
Éramos miles de latinoamericanos refugiados en la isla mientras Cuba enfrentaba
los rigores del bloqueo norteamericano.
Ser chileno era casi un privilegio que nos hacía sentir rodeados de
amistad y cariño, jamás solos o abandonados a nuestra suerte.
Cuba es uno de los países que más víctimas del terrorismo ha tenido
(unos 3 mil 500 muertos) y que más ha sufrido de terrorismo en los últimos 60
años. Ante tanto y tan permanente ataque, las autoridades cubanas han
preconizado, en el ámbito interior, la unión a ultranza.
Y han aplicado a su manera el viejo lema de San Ignacio de Loyola: “En una fortaleza asediada, toda disidencia
es traición”. Pero nunca hubo, hasta la muerte de Fidel, ningún culto a la
personalidad.
Fidel Castro no sólo colocó a Cuba en el escenario mundial y les dio
dignidad a todos los cubanos, sino que fue el artífice de la liberación de
muchos países de África como Angola y Namibia; colaboró a la independencia de
Etiopía y al término del apartheid en Sudáfrica.
Bajo su dirección, su pequeño país (100 mil kilómetros cuadrados, 11
millones de habitantes) pudo conducir una política de gran potencia a escala
global echando hasta un pulso con Estados Unidos, cuyos dirigentes no
consiguieron derribarlo ni eliminarlo, ni siquiera modificar el rumbo de la
Revolución Cubana.
Margarita Labarca Goddard.