viernes, 16 de noviembre de 2012

Benedetti, Neruda y Sabina militantes

OBITUARIO CON HURRAS
Vamos a festejarlo vengan todos los inocentes los damnificados los que gritan de noche los que sueñan de dia los que sufren el cuerpo los que alojan fantasmas los que pisan descalzos los que blasfeman y arden los pobres congelados los que quieren a alguien los que nunca se olvidan vamos a festejarlo vengan todos El crápula se ha muerto se acabó el alma negra el ladrón el cochino se acabó para siempre hurra que vengan todos vamos a festejarlo a no decir la muerte siempre lo borra todo todo lo purifica cualquier día la muerte no borra nada quedan siempre las cicatrices hurra murió el cretino vamos a festejarlo a no llorar de vicio que lloren sus iguales y se traguen sus lágrimas se acabó el monstruo prócer se acabó para siempre vamos a festejarlo a no ponermos tibios a no creer que éste es un muerto cualquiera vamos a festejarlo a no volvernos flojos a no olvidar que éste es un muerto de mierda
Mario Benedetti

LOS ENEMIGOS
Ellos aquí trajeron los fusiles repletos de pólvora, ellos mandaron el acerbo exterminio, ellos aquí encontraron un pueblo que cantaba, un pueblo por deber y por amor reunido, y la delgada niña cayó con su bandera, y el joven sonriente rodó a su lado herido, y el estupor del pueblo vio caer a los muertos con furia y con dolor. Entonces, en el sitio donde cayeron asesinados, bajaron las banderas a empaparse de sangre para alzarse de nuevo frente a los asesinos.
Por estos muertos, nuestros muertos, pido castigo.
Para los que de sangre salpicaron la patria, pido castigo.
Para el verdugo que mandó esta muerte, pido castigo,
Para el traidor que ascendió sobre el crimen, pido castigo.
Para el que dio la orden de agonía, pido castigo.
Para los que defendieron este crimen, pido castigo.
No quiero que me den la mano empapada con nuestra sangre, pido castigo.
No los quiero de embajadores, Tampoco en su casa tranquilos, Los quiero ver juzgados, En esta plaza, en este sitio.
Quiero castigo.
Pablo Neruda

ADIVINA ADIVINANZA
Mil años tardó en morirse pero por fin ya la estiró
los muertos del cementerio están de fiesta mayor.
Seguro que está en el cielo a la derecha de Dios.
Adivina, adivinanza escuche con atención.
A su entierro de paisano asistió Napoleón Torquemada
y el caballo del noble Cid Campeador
Caszely de cabeza marcándole a Rusia un gol
el coño de la Lucia y un dentista de mirón.
San Isidro labrador y el soldado desconocido a quien nadie conoció
Santa Teresa iba dando su brazo incorrupto a Don Francisco que no podía resistir el mal olor.
Y el marqués que ustedes saben iba muy elegantón
con uniforme de gala de la santa inquisición
Cardoen incendia puros con billetes de millón y el niño Francisco Cuadra de primera comunión.
Mil quinientas doce monjas pidiendo con devoción
al Papa santo de Roma pronta canonización y un pantano inaugurado de los del plan del Pojh
y el Ku Klux Klan que no vino pero mandó una adhesión.
Y Pati la cantaora y Don Cristobal Colón
y una teta disecada de Cecilia Bolocco
las voces de Los Quincheros cerraban la procesión
cantando a cuatro voces "El Patito Chiquito".
Don Gustavo Leigh escuchaba y Mendoza unos versos recitó
servía Jose Toribio copas de vino chichón
Para asistir al entierro Jaime Guzman resucitó y,
otra vez, tras los responsos, al cielo en coche ascendió.

Nunca enterrador alguno conoció tan alto honor
dar sepultura a quien fuera sepulturero mayor
ese día en el infierno hubo gran agitación
muertos de asco y fusilados bailaban de sol a sol
siete días con siete noches duró la celebración
en leguas a la redonda el champán se terminó
combatientes de Maipú
obreros de Concepción
los del exilio de afuera y los del exilio interior
celebraban la victoria que la historia les robó
más que alegría la suya era desesperación.

Como ya habrá adivinado la señora y el señor
los apellidos del muerto a quien me refiero yo
pues colorín, colorado igualito que empezó
adivina, adivinanza se termina mi canción
Joaquin Sabina