A propósito de elecciones, mirar el pasado para aprender y avergonzarnos un poco.
Diario Oficial Año 1, Nº1, del 1º de Marzo de 1877.
“La práctica honrada i verdaderamente científica del sistema de gobierno exije como una de sus más fundamentales condiciones un réjimen de publicidad amplia i oportuna para todos aquellos actos de poder o de simple administración que son del resorte de los gobernantes.
Llamados éstos a administrar, bajo una estricta responsabilidad, intereses que pertenecen a la jeneralidad de los asociados, i constituidos por conveniencia y por deber en el de guiarse por los consejos del juicio público, ni salvan aquella responsabilidad ni pueden comprender y seguir este derrotero, sino a condición de formar una conciencia pública que sea el resultado de las conciencias individuales debidamente esclarecidas ya sobre cada uno de sus actos.
De aquí la necesidad, hoi jeneralmente reconocida y satisfecha, de gobernar y administrar en presencia del país, con audiencia de todas sus opiniones, i sujetándose en no pocos casos a la prueba, dura tan solo para las medianías, pero ocasión de realce i orijen de fuerza para los verdaderos hombres de Estado, de enmendar procedimientos adoptados, dando la preferencia, no ya al parecer del Gobierno, sino al público, que respondió a la consulta del primero.
Es preciso que la hora del examen sea la hora diaria de la administración i del gobierno, i que la responsabilidad que se escruta en cada lejislatura, comprenda no simplemente la legal de los hombres favorecidos con la confianza del elector, sino también la jeneral de todos los ciudadanos que en la prensa, en las asociaciones i aun desde el fondo de sus hogares (que en los países libres deben estar abiertos a todas las resonancias de la cosa pública) han tomado alguna parte, grande o pequeña, en la jestión del pro-común.
No de otra manera podrá realizarse el ideal de la dignidad cívica, que consiste en el gobierno del pueblo por el pueblo, asegurándose además la inapreciable ventaja de hacer más espedita, mas fácil i en todo caso menos apasionada o enconosa la sustanciación del juicio parlamentario.”
domingo, 11 de octubre de 2009
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