Filantropía perversa

La teletón, un techo para chile y américa solidaria son financiadas por barrick gold en el proyecto "compromiso atacama".

La empresa minera que dinamitará y removerá los ventisqueros de Pascua Lama para extraer, en 20 años, diez mil millones de dólares en minerales, dejando, de paso un verdadero desastre ambiental, se permite la limosna de cooperar en la construcción del centro de rehabilitación de Copiapó, de levantar 700 viviendas del tipo un techo para chile y de aportar profesionales voluntarios para el desarrollo local. Todo ello, claro está, con fondos que deberían haber ingresado al patrimonio público, pero que se usan en una filantropía perversa, que sólo busca el lavado de imagen y la contención social del legítimo rechazo a esta piratería de cuello y corbata*

Pero don francisco y el benito baranda se suman al enemigo, porque son profundos conocedores del alma nacional, del 82% de la población que ruge esperando el circo de la teletón, el desfile de niños que son discriminados por el sólo hecho de señalar sus diferencias, sus discapacidades, en forma pública.

Una par de lágrimas ante la desgracia ajena, en medio de un festival de farándula, sanan el alma durante un año completo. Treinta mil personas luchando, ahogándose, aplastándose mutuamente para no pagar una entrada que iría en beneficio de los niños, mientras otros desalmados revendiendo entradas y los descerebrados comprándolas a precio de oro, ya que no las consigueron a precio vil, dan un espectáculo triste, morboso, avergonzante, pero nuestro, al fin.

Esos lobotomizados son los mismos que votarán por los mismos gobernantes que hacen la vista gorda de sus obligaciones, entre ellas, las de la salud pública. ¿De qué sirven los 27 mil millones de dólares que se deprecian en el extranjero, si la discapacidad, que es uno de los niveles higiénico epidemiológicos de la salud, sigue siendo resuelta por la limosna, por las propinas que reciben los limosneros de turno?

Ni un paso adelante, dos pasos atrás.

* Alvaro Ramis. Filantropía perversa. Revista Punto Final. Nov. Dic 2008.